Una de las escenas con más carga sexual que he visto en mi vida, protagonizada por una de mis parejas cinematográficas preferidas, Glenn Ford y Rita Haywhorth en Gilda. Por supuesto recomiendo la película entera, y no sólo por su magnífico guión o la genial fotografía en blanco y negro: los pocos segundos que ocupa el guante de Rita en pantalla se han convertido en una escena mítica y formidable de los años dorados de Hollywood. Todo un clásico.
Sobre la identidad como arte colectivo
Hace 18 horas
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