"HOMO BULLA EST"

martes, 29 de diciembre de 2009

Formas de pre-suicidarse con elegancia.

Chopin, Chopin, Chopin...
Chopin el tísico, el solitario, el alma errante, el refinado, el triste.

La mayoría de sus nocturnos son el ingrediente perfecto si algún día, estimado lector, decide suicidarse. Nunca irá a la tumba de un modo tan hermoso como escuchando previamente un nocturno de Chopin. Imagínese dando un paseo por el Père-Lachaise -aunque su ciudad también sirve-, mientras la brisa de la madrugada se posa altiva en las tumbas -o en los coches en su defecto-. Imagine el sonido de la tierra -o del asfalto- rozando sus pies, ese sonido de tierra que escuchará por última vez a caballo del Nocturne n. 2 in E flat major, Op. 9,2. Deseará morir en la inmensa calma de la noche, y el último suspiro que se mezcle con el aire se verá quebrantado por el disparo de su FIE Fitan de bolsillo.

Francamente, querido lector, yo ya he perdido la cuenta de las veces que lo he hecho.



Nos vemos en el Citerón

5 comentarios:

  1. Me queda claro que Chopin lo tienes atravesado

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  2. Perdón, lo Havia entendido mal,como hablas de suicidio,nunca un tema musical me ha recordado ningún funeral aunque la muerte es una cosa de lo más normal.
    Saludos!

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  3. Yo preferiría a Wagner si tuviera que matar a alguien.

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