Gotham City

Los mejores planes de ratones y hombres

a menudo se frustran

y no nos dejan más que sufrimiento y dolor

por el gozo prometido.

The best laid schemes o'mice and an'men

gang aft a-gley,

an' lea'e us nought but grief an' pain

for promis'd joy.

Robert Burns

Je mens

Une femme mariée, Jean-Luc Godard, 1964.

Amanecer

Tan sólo quedamos tú y yo,

amanecer.

Y te abrazo y me aferro a tí

en soledad. 

Voy a llorar, tan sólo.

Y alzando los brazos gritaré que he ganado.

Y por fin,

el espíritu.

Mujer ante la salida del sol, Caspar Friedrich.

"Hate is a very exciting emotion"

Una de las escenas con más carga sexual que he visto en mi vida, protagonizada por una de mis parejas cinematográficas preferidas, Glenn Ford y Rita Haywhorth en Gilda. Por supuesto recomiendo la película entera, y no sólo por su magnífico guión o la genial fotografía en blanco y negro: los pocos segundos que ocupa el guante de Rita en pantalla se han convertido en una escena mítica y formidable de los años dorados de Hollywood. Todo un clásico.

Rosa

Siempre he admirado aquellos maestros de la palabra que, como tales, han sabido reducir toda forma y parafarnalia a lo puramente esencial. Que contigo de Joaquín Sabina sea una de mis canciones de amor favoritas se debe a este motivo: "y morirme contigo si te matas, y matarme contigo si te mueres. Porque el amor cuando no muere mata, porque amores que matan nunca mueren". Reducir toda la palabrería amorosa / romántica a una frase que en sí tiene más poder que cualquier otra oración, dejarse de metafísicas y indagar en aquello que llamamos esencia, aquello que es más profundo que el propio corazón, es algo que sólo unos pocos privilegiados son capaces de hacer.

Por supuesto es tan sólo una humilde opinión de servidora, a propósito de algo que ronda por mi mente desde hace bastante tiempo que, por cierto, es algo así como aquel poema de Juan Ramón Jiménez:

Rosa

Sólo eres tú
(aquella tú)
cuando me hieres.

La gran alegoría cósmica de la mitología griega

Fragmento extraído de la carta que Ficino escribió a un todavía joven Lorenzo de' Medici:

[...] En primer lugar la Luna: ¿Qué otra cosa puede significar entre nosotros más que el continuo movimiento del alma y el cuerpo? Marte representa la velocidad, Saturno la lentitud, el Sol representa a Dios, Júpiter la Ley, Mercurio la Razon, y Venus la Humanidad (humanitas). [...] Pues la misma Humanidad es una ninfa de gentileza excelente, nacida de los cielos y amada más que otras por el Dios todopoderoso. Su alma y su mente son el Amor y la Caridad, sus ojos la Dignidad y la Magnanimidad, las manos Libertad y Magnificiencia, los pies Gentileza y Modestia. El conjunto es por tanto Templanza y Rectitud, Encanto y Esplendor. Se ha puesto plenamente en tus manos una ninfa de tamaña nobleza. Si te unieras a ella en matrimonio y la declarases tuya, ella endulzaría tu vida entera y te haría padre de hermosos hijos. [...]

"Hoy es siempre todavía"

"Todavía no conocíamos las drogas. El césped de aquel parque siempre estaba húmedo, y el resonar de nuestras palabras se mezclaban con las ondas que vestían el lago. Sumidas en el sueño de la eterna adolescencia, la noche se posaba altiva en nuestros pechos y la brisa veraniega bañaba unos ojos todavía impregnados de inocencia. Éramos puras en ese sueño intransigente y, como un faro, las notas de nuestra canción nos guiaban en el sendero del porvenir. Fuimos dos veleros; dos náufragos en el mar del Sur. 

Ahora la nostalgia me recuerda el poder indómito del tiempo y la fugacidad de aquellos momentos en que la belleza era eterna. 

Ahora sé que nuestros labios gritaron Libertad."